Me parece muy intelignte, serio y pertinente elartículo de Gisela Kozak; no queda bien darle cabida a losdardos envenenados que disparaun anónimo. Por otra parte, siempre leo y escucho lo de privilegiar la educación pública y nadie parece defender la privada, como si fuera algo perverso. La educación prvada tiene varias aristas, pero tomaré una: coadyuva a Estado para que muchos no quedan fuera del sistema educativo; de lo contraio, si todos los padres exigieranalEstado la gratuidad porque así lo prescribe la Contitución, no habrían liceos suficientes para que todos entraran. Cuando unpadre decide enviar a sus hios a un colegio privado, desde el punto de vista económico está aplicando recursos de su peculio y restándoselos a otra opción, como la salud oelentretenimiento familiar, y en estos tiempos, hasta la comida. Muchos padres humildes y de clase media han enviado asus hijos a colegios privados quitándose el pan de la boca. La educación privada no es solamente el Colegio SanIgnacio o el Colegio Merici, sino también los del sistema Fe Alegría, los que financian instituciones privadas como Lo Rotarios, Leones,y muchas otras obras de ayuda a los que lo necesitan.Qué bien que se mejoren los liceos públicos, pero no subestimen a los colegios privados. Compitan y que los mejores sean los que van a las carreras más exigentes. Vean los ejemplos de las universidades bolivariana y UNEFA: muchos alumnos al comienzo, muy pocos, poquísimos al final; es lo cuentan sus propios docentes.
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